Dulce es la voz del cañero


Dulce es la voz del cañero
donde la azúcar fue amarga,
libre de la injusta carga
del magnate azucarero.


Borrada la mala estela
del oligarca mezquino
el sufrido campesino
bordonea su vihuela.
Ahora de su parcela
¡él es su propio bracero!
y entre la caña un Tondero
se abre paso hacia la altura
que aunque vivió en la amargura
dulce es la voz del cañero.


Él cantó por no llorar
y siempre con rebeldía
y si canta hoy en día
es que tiene en qué soñar.
Explotado en el cañar
fue su condena muy larga
y el tiempo que se aletarga
busca en otro que lo impulse
pues no hay un recuerdo dulce
donde la azúcar fue amarga.


Curtida su tez morena
en las zafras extenuantes
hoy disfruta los instantes
despojado de la pena.
como otrora la faena
¡nadie le obliga ni encarga!
a su corazón no embarga
la revancha conocida
e inicia una nueva vida
libre de la injusta carga.


A la Voluntad Divina
vigor y salud le pide
y en la puerta se despide
de su chola cantarina.
Muy temprano se encamina
desde su ranchito austero
con su machete y sombrero
va feliz a la jornada
y no quiere saber nada
del magnate azucarero.


* planta de la décima “Alerta” de Nicomedes Santa Cruz

© 2005 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.