Los celos te han vuelto loco
y siento pena por ti,
ya no confías en mí
y en tu señora tampoco.
Decir ¡traidor! es un reto
y un reto lleva a la muerte
no busques tu mala suerte
con un hablar indiscreto.
Por tu falta de respeto
¡te metiera un soplamoco!
tienes apagado el foco
de tu “gran entendimiento”
y que no te suene a cuento
los celos te han vuelto loco.
No quiero sean eternos
conmigo tus arrebatos
y me llega a los zapatos
que vivas muchos infiernos.
Si es que te pusieron cuernos
¡te digo que yo no fui!
si te ha picado el ají
de la duda ¡estás perdido!
no eres el que he conocido
y siento pena por ti.
Y si nadie te paró
he sido el privilegiado
para dejarte aclarado
que tu amistad ya murió.
A un amigo como yo
¡nunca se le trata así!
mejor te largas de aquí
con tu prosa chabacana
pues ¡porque te da la gana!
ya no confías en mí.
“Que ella me mira al través
acordando los deslices”
y emperrado de mí dices
lo mismo pero al revés.
Son pretextos y tal vez
¡estás buscando otro ñoco!
con los amigos no choco
y mi amistad es muy sana
yo no me fijo en tu hermana
y en tu señora tampoco.
* planta de la décima “Por muy celoso que seas” de Nicomedes Santa Cruz
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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