Como saliendo de un sueño
el dormido corazón
despierta de su inacción
y acusa a su duro dueño.
En diciembre la virtud
(bueno fuese todo el año)
reemplaza al perverso engaño
y arropa a la multitud.
Se percibe otra actitud
entre serrano y costeño,
es Pascua en suelo limeño
la gente en Dios se concentra
mas también hay quien se encuentra
como saliendo de un sueño.
En la ciudad conflictiva
va más sereno el marchante
y de todo semejante
la mirada no le esquiva.
La gente está receptiva
a dar y pedir perdón,
de la Pascua la emoción
le llega en un buen momento
y va despertando lento
el dormido corazón.
La mente envía un aviso
al órgano adormecido
que recorre su tejido
sin pedir ningún permiso.
El corazón de improviso
late con agitación,
la luz de la inspiración
le cae de lleno y le alumbra
y este al dejar la penumbra
despierta de su inacción.
Y despierta el “mala vida”
el que nunca se arrepiente
el hombre que nada siente
en fecha tan bendecida.
Pese a la luz recibida
no se apiada y frunce el ceño
y el corazón por su empeño
de conservar esa luz
se arrodilla ante la cruz
y acusa a su duro dueño.
* planta de la décima “La tregua” de Nicomedes Santa Cruz.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.