Por culpa de una española
que envidiaba su pregón
quemaron mi abuela angola
en la Santa Inquisición.
El tamal más rico y blando
era el que mi abuela hacía
y una canasta vendía
sin necesidad de bando.
Era negra y pregonando
se desenvolvía sola,
el diablo metió la cola
y luego metió candela
y sufrió mucho mi abuela
por culpa de una española.
Con imagen cortesana
un mal día apareció
y pronto se acomodó
para hacer su santa gana.
Esta oronda castellana
llegó al Perú en un galeón
“abolengo” y “tradición”
la susodicha tenía
mas mi abuela no sabía
que envidiaba su pregón.
Lola de la sociedad
sabiendo el tejemaneje
tildó a mi abuela de hereje
solamente por maldad.
¡La negra con la verdad
y la blanca con la trola!
y por satánica aureola
con la que fue calumniada
en la hoguera preparada
quemaron mi abuela angola.
La noche de su desvelo
previa al día de su muerte
resignándose a su suerte
elevó la vista al cielo.
Recordó triste a mi abuelo
que murió en la plantación
y en una extraña nación
en donde fue esclavizada
mi abuela murió quemada
en la Santa Inquisición.
* planta del poema “Canción bozal” de Nicomedes Santa Cruz.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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