Ha venido la cigüeña
a visitar nuestro hogar,
me dan ganas de gritar
contemplando a mi pequeña.
Analizo mentalmente
lo pasado en el ayer
y temo que mi mujer
fue por agua a otra fuente.
Con razón últimamente
me atendía muy risueña,
si se puso pedigüeña
obtuvo más que entremeses
sin que me cuadren los meses
ha venido la cigüeña.
Enero de maravillas
mi mujer me hizo pasar
desde ese mes suele usar
solo trusas amarillas.
Y a mi negra de rodillas
al ave la vi rogar
la cigüeña en su volar
iba hacia otro destino
tanto le rogó que vino
a visitar nuestro hogar.
¿Motivo de algarabía?
¡esto parece un desmadre!
aunque ha salido a su madre
¡no tiene la pinta mía!
Nadie de mi cofradía
me va a felicitar,
como suele el tren pitar
cuando parte pa’ la sierra
por la duda que me entierra
me dan ganas de gritar.
Yo siempre la respeté
dentro y fuera’el corralón
como negro querendón
amor por ella aposté.
Un buen día le espeté:
¿Qué pasó vieja limeña?
¡Esta nariz aguileña
no es propia de Mozambique!
y me acaricié el tabique
contemplando a mi pequeña.
* planta de la décima “Cómo me duele la frente” de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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