Mi adorada criatura


Mi adorada criatura,
si soy de tu amor cautivo
dime ¿cuál es el motivo
para darme tal tortura?


Cuando vamos a un evento
de los que te gusta a ti
siempre me doy cuenta allí
que no es grande tu contento.
Me acomodo en el asiento
y guardo la compostura
yo te trato con ternura
pues soy hombre de virtud
y no es igual tu actitud
mi adorada criatura.


Hay veces que tú no vienes
a la cita vespertina
y si lo haces, en la esquina
tus desaires no retienes.
Desde hace meses tú tienes
un comportamiento esquivo
te han dicho que soy un “vivo”
para que tú te desveles
y es injusto que receles
si soy de tu amor cautivo.


Mientras que la palidez
de la luna, miro solo
de tratarme como un bolo
sigues con la tozudez.
Tanto sufrir y tal vez
ya me has mandado al archivo
no pregunto por altivo
pero de tu amor ayuno
si no te he dado ninguno
dime ¿cuál es el motivo?


De pasión interrogada
tu corazón no se explica
y lo que me saca pica
es que te quedas callada.
Tú me quieres casi nada
yo te quiero con locura
estoy con tanta amargura
para que mi amor pasees
por último, quién te crees
¿para darme tal tortura?


* planta de la décima “Mándame quitar la vida” de Nicomedes Santa Cruz

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.