Si ves un hogar dichoso


Si ves un hogar dichoso
- con infernal osadía -
esperas que llegue el día
en que se ausente el esposo.


No te quieres desfasar
y ejercitando el engaño
por la puerta de un extraño
empiezas a repasar.
Tienes tiempo pa’ “atrasar”
porque tú paras ocioso
y como todo alevoso
que se jacta de poder
te entran ganas de joder
si ves un hogar dichoso.


Tu lujuria no decae
y por el contrario aumenta,
pues tú bien sabes que es menta
cuando la adúltera cae.
Toda casada te atrae
sea joven, sea “tía”
inicias la cacería
con tus instintos más malos
y te metes por los palos
con infernal osadía.


¡Certero! entre tus ardides
es mencionar “matrimonio”
tan certero es que al demonio
ya ni consejos le pides.
Veterano en estas lides
lo que te sobra es baquía
para saciar tu manía
sirven blanca, negra y chola
y a que esta se encuentre sola
esperas que llegue el día.


Un mal síntoma biliar
te causa el carnal empeño
pero de lograrlo, el sueño
vas a poder conciliar.
La rutina familiar
observas tú minucioso
y en este juego morboso
entre “pericote” y “gato”
vives pendiente del rato
en que se ausente el esposo.


* planta de la décima “Del amor eres ratero” de Nicomedes Santa Cruz

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.