Cuando la plata valía
ganó hasta mil soles diarios;
siendo hijo de proletarios
como un príncipe vestía.
Las personas que advirtieron
que tenía harto dinero
rodearon al majadero
y las manos le lamieron.
Pa’ su “fortuna” vinieron
Fortunata y Rosalía
todas las noches salía
abrazado a estas morenas
y gastaba a manos llenas
cuando la plata valía.
De los jefes adulón
sobando era un artista
pues como todo arribista
se unía siempre al mandón.
Ya parecía el patrón
de todos los operarios
y dicen los comentarios
que estando escasos los puestos
el tipo libre de impuestos
ganó hasta mil soles diarios.
Él sabía darse maña
para estar con Catalina
y cerrando la cantina
invitaba ron de caña.
Gente de toda calaña
gozó de sus honorarios
se codeó con empresarios
mejor dicho con magnates
y fue invitado a sus yates
siendo hijo de proletarios.
Habiendo tanto zoquete
en la Lima jaranera
para que sepan quién era
les enseñaba el paquete.
Amparado en su billete
se alteraba y embestía
y puesto que carestía
no pasaba por su mente
igual que ricacha gente
como un príncipe vestía.
* planta de la décima “Don buenagente se llama” de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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