Si desprecias la ocasión
la mujer, muerta de ira
inventa alguna mentira
y te acusa de traición.
Hizo bien quien te mandó
a que me busques ¡caray!
porque de amores no hay
algo que no sepa yo.
La mujer no acepta un ¡no!
cuando quiere un revolcón
por tu decorosa acción
ella se va a resentir
y te vas a arrepentir
si desprecias la ocasión.
Si ella acostumbra a mecer
de los cuernos al esposo
tú nunca tendrás reposo
si le niegas el placer.
Con ojos de Lucifer
de otra manera te mira
despecho y rencor espira
por su falta de templanza
y maquina su venganza
la mujer, muerta de ira.
De conquistas presumida
en sus laureles está
y por dondequiera va
de artimañas premunida.
Cual una bruja ofendida
hacia el maleficio gira
mientras que estás con tu lira
actuando por otra parte
solo para jorobarte
inventa alguna mentira.
No es disculpa el campo raso
si llovía o no llovía
excitada ella quería
contigo dar un mal paso.
El no haberle hecho caso
ha sido tu perdición
con mucha imaginación
llorosa acude al marido
no dice que te has corrido
y te acusa de traición.
* planta de la décima “No es delito enamorar” de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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