Alguien pasó a mejor vida.
La mala noticia vuela,
y preguntan - ¿Quién lo vela,
su mujer? ... - ¡No, la “querida”!
Le dijo a la buenamoza
sin saber muy bien quién era:
“Juro que la noche entera
quiero contigo tramposa.
Tengo querida y esposa
soy una bala perdida”
Dijo la muerte sabida:
- ¡Vamos pues que estoy de turno!
y así en horario nocturno
alguien pasó a mejor vida.
La esposa manda a llamar
al curita franciscano
este gordo y campechano
no tarda mucho en llegar.
Le dice no más entrar:
“Uno más pa’ la candela”
y mientras que la consuela
con abrazos y oraciones
por todos los callejones
la mala noticia vuela.
Hay gran cantidad de gente
porque el muerto es conocido
mas no están por el bandido
sino por el aguardiente.
Allí algunos mentalmente
ruegan que haya francachela,
entran Josefa y Carmela
le ven la cara al difunto
rodean al que está junto
y preguntan - ¿Quién lo vela?
Al tanto doña Panchita
infaltable en los velorios
pa’ vender recordatorios
llega de negro a la cita.
Habla triste la viejita
en la postrer despedida:
- Cómo está de adolorida
que con lágrimas se baña
¿Es esa que lo acompaña,
su mujer?... ¡No, la “querida”!
* planta de la décima “Velorio de un negro criollo” de Nicomedes Santa Cruz
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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