Cuando llegaste a la fiesta


Cuando llegaste a la fiesta
sin ninguna invitación,
escuchaste el socabón
y quisiste dar respuesta.


De los zampones más guasos
eres y jamás olvido
de que a ti te atrajo el ruido
de las botellas y vasos.
Como pa’ alegrar tus pasos
empezó a tocar la orquesta,
tu presencia fue molesta
porque al encontrarse abierta
no te detuvo la puerta
cuando llegaste a la fiesta.


Alguien por ahí comentó
de tu “vista de conejo”
y aunque tuyo era el pellejo
vergüenza tenía yo.
Un minuto te bastó
para llamar la atención
y como todo zampón
campechano saludaste
tapando así que llegaste
sin ninguna invitación.


¡Esto! pa’ los jaranistas
es cosa muy conocida
y hasta dan la bienvenida
¡cuando son personas listas!
Dos notables decimistas
hicieron su intervención
y con la satisfacción
bien reflejada en la boca
pensando que era bicoca
escuchaste el socabón.


Tú, de energía repleto
(se te notaba en el buche)
para que la gente escuche
alzaste la voz inquieto.
Lanzaste a los dos un reto
con sobradez manifiesta
nomás levantar la cresta
¡y terminó el contrapunto!
no sabías del asunto
y quisiste dar respuesta.


* planta de la décima “No me vengas con un pie” de Nicomedes Santa Cruz.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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