En la plantación de caña


En la plantación de caña
nació el triste socabón,
en el trapiche de ron
el negro cantó la zaña.


El negro, de madrugada
anticipándose al sol
al grito del español
va a la faena forzada.
Para la dura jornada
otro esclavo lo acompaña,
de sangre y sudor se baña
el negro con su machete
pues todo el día acomete
en la plantación de caña.


El coloniaje campea
con nombre de Virreinato
y dentro de este el maltrato
lo inflige gente europea.
El negro sufre mas crea
una forma de expresión
y aferrado a la emoción
con que se alivian las penas
¡libre! pese a las cadenas
nació el triste socabón.


Y mientras que el libertino
chapetón se divertía
el negro lo enriquecía
con un trabajo cansino.
No solo fue su destino
la insufrible plantación
el látigo del patrón
le cae cual diaria querella
y él también deja su huella
en el trapiche de ron.


Aunque otrora profesó
a otros dioses su creencia
cumpliendo su penitencia
en Jesús se refugió.
Ante la cruz comprendió
del clero la gran patraña
y mofándose de España
“muy católica y cristiana”
cuando le vino la gana
el negro cantó la zaña.


* planta de la décima “Ritmos negros del Perú” de Nicomedes Santa Cruz.

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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