La Señora Silenciosa,
la Veterana Infalible.
La Muerte, cosa terrible,
la Muerte...¡tremenda cosa!
Al final de la partida
arropada por la queja
la familia al hombre deja
su testimonio de vida.
Sobre la tierra escogida
una lápida reposa
debajo de ella ¡en la fosa!
donde yace el ataúd
amplía su magnitud
la Señora Silenciosa.
De una manera mortal
llegó a escribir su nombre
y en los escritos del hombre
ella es el punto final.
Su labor ve natural
puesto que es incorregible
con su guadaña invisible
por doquier está presente
para segar a más gente
la Veterana Infalible.
Tiene en su aliada la guerra
cómo expandir su dominio,
busca el hombre su exterminio
y así su círculo cierra.
En la Corte de la Tierra
aunque no es juez es temible
y mostrándose inflexible
a la súplica y al llanto
extiende su negro manto
la Muerte, cosa terrible.
Mas la muerte no traiciona
porque es la simple medida
del tiempo que da la vida
no del que el hombre ambiciona.
Siempre se le relaciona
con la noche tenebrosa,
su presencia misteriosa
está allí en las sepulturas
y es en todas las culturas
la Muerte...¡tremenda cosa!
* planta de la décima “Muerte, si otra muerte hubiera” de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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