Qué pobre te conocí


Qué pobre te conocí
y qué bien te ves ahora,
eres una gran señora
y me lo debes a mí.


No era de color de rosa
lo que viste en el pasado
hoy que tú estás a mi lado
te has vuelto jacarandosa.
Entiendo que tires prosa
¡conmigo vives aquí!
y aunque a veces por allí
te pintas como de feria
viviendo en la periferia
qué pobre te conocí.


Te afloró lo comediante
tus aires no se corrigen
pero el que niegues tu origen
resulta muy agobiante.
Viendo tu rostro radiante
el que menos se enamora,
lo que mucha gente ignora
es que tú estabas en nada
te veías demacrada
y qué bien te ves ahora.


No era mi intención herirte
y si te herí ¡lo lamento!
ya sé que te gusta el cuento
pero tienes que medirte.
Soy el primero en decirte
¡que tú estás dando la hora!
arrogante y seductora
andas con algarabía
y para todos hoy día
eres una gran señora.


Yo no soy entrometido
al que no se le da bola
tampoco el furgón de cola
¡porque yo soy tu marido!
De todo lo prometido
¡con todo ya te cumplí!
disfrutas con frenesí
casa, vestido y comida
tienes buen nivel de vida
y me lo debes a mí.


* planta de la décima “Mi vida entera a tus pies” de Nicomedes Santa Cruz

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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