Mañana, sin un amigo


Mañana, sin un amigo,
olvidado por antojo
seré pobre, seré flojo
pero el verso irá conmigo.


Con mis trovas sabrosonas
recorrí Lima, Huancayo,
Tacna, Arequipa, Chiclayo,
Ucayali y Amazonas.
¡Me quieren tantas personas
como los granos de trigo!
pero sería un castigo
que por cierto no merezco
si aquí mismo yo aparezco
mañana, sin un amigo.


Da la vida en su correr
desencanto y embeleso
necesitamos por eso
saber ganar y perder.
Por fortuna yo sé ver
cuando alguien se hace el cojo,
no me causaría enojo
que la gente hiciese historia
teniéndome en su memoria
olvidado por antojo.


Por el aplauso brindado
les doy las gracias señores
si llegasen tiempos peores
no me quitan lo bailado.
Yo siempre estoy preparado
pa’ un posible desalojo,
si el mundo me echa cerrojo
y no me deja un resquicio
aunque yo tengo mi oficio
seré pobre, seré flojo.


Sé que ustedes se entretienen
y me aclaman con afán
mas los recuerdos se van
o muy pocos se mantienen.
Y puesto que ahora tienen
con mis décimas ¡abrigo!
yo de antemano les digo
apunten en su cuaderno
podrán mandarme al infierno
pero el verso irá conmigo.


* planta de la décima “Tarareando”de Nicomedes Santa Cruz

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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