No comprendo qué te pasa,
qué mal desvía tu mente.
Yo soy un hombre decente,
respetuoso con tu casa.
Disculpo una incongruencia
si esta es un “lapsus lingüe”
y si en este eres bilingüe
¡eso me huele a pendencia!
No abuses de mi paciencia
que me está quedando escasa
no sé si tomarlo a guasa
no sé si tomarlo en serio
por tu cara de misterio
no comprendo qué te pasa.
Me estás armando un bochinche
por cosas que desconozco
y por tanto reconozco
¡que me estás cayendo chinche!
¿Pretendes con tu berrinche
que esté en plan de penitente?
no digo que estés demente
pero algo “te come el coco”
la verdad no sé tampoco
qué mal desvía tu mente.
Tu juicio has adelantado
y me estás tirando lodo,
recelas de mí ¡y todo
por lo que alguien te ha contado!
Ya pareces Magistrado
inculpando a un inocente
no estás teniendo presente
que transparente es mi alma
porque con palma o sin palma
yo soy un hombre decente.
Pon remedio a tus enojos
si tu mujer es “despierta”
tú mismo cierra la puerta
y échale un par de cerrojos.
¡Solamente tengo ojos
para la negra Tomasa!
y si una duda te abrasa
no te desquites conmigo
yo siempre he sido un amigo
respetuoso con tu casa.
* planta de la décima “Por muy celoso que seas”de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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