Negras teñidas de luto


Negras teñidas de luto
sirven tazas de café.
Viejas, teñidas de fe
rezan por el disoluto.


No murió de senectud
fue de maña y por allá!
aunque ahora él está acá
en casa y con multitud.
El tenebroso ataúd
da cabida al cuerpo enjuto,
le peinan el pelo hirsuto
al difunto pecador
dando muestras de dolor
negras teñidas de luto.


Su viuda y vecinas buenas
que llorando se acompasan
saben que deudas no pasan
¡lo que pasan son las penas!
A un grupo de morenas
atareadas se les ve,
para que la gente esté
toda la noche despierta
ellas con la mano abierta
sirven tazas de café.


El muerto “escucha” sermones
que no le dieron en vida
y la infiltrada querida
le suelta dos lagrimones.
Conocidos y zampones
todos se encuentran al pie
y para que Dios le dé
paz eterna al mentiroso
lloran a Cristo glorioso
viejas, teñidas de fe.


Se le acabó la función
al muerto que fue muy vivo
sin recibir por esquivo
la sagrada extremaunción.
Antes de hacer la oración
piden silencio absoluto
y sin que lo sepa el bruto
quien ya partió pa’l infierno
viejas de corazón tierno
rezan por el disoluto.


* planta de la décima “Velorio de un negro criollo”de Nicomedes Santa Cruz

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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