Después de una larga ausencia
volví al mundo libertino
y por mi triste destino
nadie notó mi presencia.
Con mi criollo cimiento
fui rey de muchas jaranas
por eso me entraron ganas
de volver a mi elemento.
Salí loco de contento
bien sabida mi ponencia,
ya que siempre tuve audiencia
y muchos me conocían
pensé que me abrazarían
después de una larga ausencia.
Por mis décimas tenía
con las mujeres “luz verde”
y al ver que “no había pierde”
¡desde ya me relamía!
A las damas les daría
nuevamente mi “Amor fino”
con un pantalón de lino
y camisa de algodón
para causar sensación
volví al mundo libertino.
Entré y un hado tirano
me cantó con su guitarra:
¡Vienes por gusto a la farra
ya no eres el soberano!
Viendo actuar al ser humano
se me quitó lo divino,
como jugando casino
me di con crueles verdades
por las falsas amistades
y por mi triste destino.
Tiré al monte como cabra
un treinta y uno de enero
pasado el dos de febrero
¡no hubo puerta que se abra!
Sin decirme una palabra
me dictaron la sentencia
cada quien con elocuencia
conversando prosiguieron
aunque allí todos me vieron
nadie notó mi presencia.
* planta de la décima “Ya no soy reloj del día”de Nicomedes Santa Cruz
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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