Por la gripe que he cogido me ha recetado el doctor cataplasmas del olvido con fomentos de otro amor.


El verso es mi compañero


El verso es mi compañero
en la buena y en la mala,
de mi cerebro resbala
cual piropo lisonjero.


Duerme conmigo en la pona
si voy a la selva umbría,
si marcho a la serranía
marcha junto a mi persona.
Allí nunca me abandona
sobre una piel de carnero
y en el desierto costero
recorriendo el arenal
tanto como mi morral
el verso es mi compañero.


Pueda que tenga torpeza
y agote sus energías
pues ser torpe en estos días
es expresar la franqueza.
Si lo tratan con nobleza
correspondiendo se embala,
ante lo injusto se empala
¡le encara a cualquier canalla!
y en él tengo mi muralla
en la buena y en la mala.


No voy donde no me invitan
ni me devano los sesos
ni me nace ser como esos
que por la fama se agitan.
Si un verso me solicitan
sale a luz en plena gala,
en el medio de la sala
y sabiendo que me toca
antes de que abra la boca
de mi cerebro resbala.


Si a veces me pongo liso
contra extranjera tendencia
se debe a que yo en esencia
con mi folclor soy sumiso.
El verso sale preciso
con miras al cancionero
y así compongo un Tondero
con su letra ají mordiente
que se escucha en el ambiente
cual piropo lisonjero.


* planta de la décima “Tarareando” de Nicomedes Santa Cruz

© 2005 Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.