Muerte, yo te desafío
tu presencia no me extraña,
me burlo de tu guadaña
y de tus huesos me río.
Desde el menor al mayor
sienten por ti mucho miedo
hacen de su vida enredo
y viven con resquemor.
Aprovechando el temor
actúas a tu albedrío
y puesto que en todo lío
demuestras tu idiosincrasia
para quitarte la gracia
muerte, yo te desafío.
Seas muerte natural
o seas muerte violenta
tu sola presencia ahuyenta
y rebaja la moral.
Para objetivo mortal
con frecuencia te das maña,
siendo de mala calaña
por doquier sueles pasearte
si hoy te veo en esta parte
tu presencia no me extraña.
Cada vez que tú aquí vienes
con pretensión conocida
me pongo a gozar la vida
con lo cual tú no te avienes.
Con las ganas que me tienes
cada cuenca se te empaña,
tú sales de la maraña
en matar empecinada
y aunque está bien afilada
me burlo de tu guadaña.
Me dices que te has cansado
por venir de tierra adentro
yo también para este encuentro
muchísimo he caminado.
En tu vida has tropezado
con un humano bravío
y en este campo baldío
donde ni una mosca zumba
me paro sobre tu tumba
y de tus huesos me río.
* planta de la décima “Muerte, si otra muerte hubiera” de Nicomedes Santa Cruz
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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