Cuando la zábila llora
anuncia mala visita.
Cuando la lechuza grita
el enfermo no mejora.
Contrapuntea a la ciencia
el saber del curandero
puesto que él es mensajero
de milenaria experiencia.
Cómo invita a la creencia
con la lágrima incolora
pues dice que entre la flora
y sin que sea un adagio
comunica mal presagio
cuando la zábila llora.
Demostrando señorío
en el botánico tema
hace ver que aquí el problema
es nuestra mente hecha un lío:
- La planta sin mucho brío
al animal precipita,
la zábila necesita
del hombre supersticioso
y su llanto silencioso
anuncia mala visita.
Con gestos bien ensayados
se adentra en la zoología
y los males con porfía
a la lechuza son dados:
- Con sus ojos agrandados
de noche se ve maldita
y el caballo se encabrita
pone al jinete en apuros
en los parajes oscuros
cuando la lechuza grita.
(No dice que le han pagado
para brujear a un cristiano)
y me dice del fulano
totalmente resignado:
- Por un raro mal postrado
permanece hora tras hora,
de mala suerte cantora
el pelo le despeluza
y aunque no oiga a la lechuza
el enfermo no mejora.
* planta de la décima “Sátiras de negra loca” de Nicomedes Santa Cruz
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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